¿Qué es el desarrollo embrionario?
El desarrollo embrionario es el período que se produce entre la fecundación y el parto. Dura normalmente nueve meses, y en cada uno de los trimestres en los que se divide se desarrollan diferentes partes del cuerpo.
Primer trimestre
Se considera la tercera semana de embarazo como la primera efectiva, pues en las dos primeras semanas se produce la ovulación y desprendimiento del óvulo que será fecundado. Esta fecundación tiene lugar ya en la tercera semana: el óvulo y el espermatozoide se unen formando el cigoto mientras bajan a través de una de las trompas de Falopio.
El cigoto continúa dividiéndose formando las nuevas células,
a las que pronto les aparecerá un recubrimiento, denominando a todo el conjunto
como blastocisto. La división de células continúa ocurriendo mientras tanto,
hasta que en un cierto punto del desarrollo este blastocito se transforma en
embrión.
En la cuarta semana, el embrión, que ya mide cerca de cinco
milímetros, se introduce en la pared uterina y comienza a nutrirse a través de
esta. En la quinta semana ya comienza a desarrollar los principales sistemas
del embrión como el cerebro, la médula espinal, el corazón o el tracto
gastrointestinal.
Las células comienzan a adquirir funciones específicas
durante esta semana, y entre las que se desarrollan se pueden encontrar las
células sanguíneas, las del riñón y las neuronas. Esta quinta semana es una de
las que cuenta con mayores riesgos para el correcto desarrollo del bebé, pues
hay un riesgo mayor de que se puedan producir anomalías genéticas por la
ingesta de medicamentos, alcohol, drogas o por infecciones como la rubeola.
Durante la sexta y séptima semana se continúan desarrollando
rasgos que permiten identificar partes del embrión como los ojos, los oídos o
el corazón, así como las manos y los pies durante la octava semana. El cerebro
del embrión también continúa su desarrollo y se forma el tejido de los
distintos huesos. En la novena semana también se pueden empezar a ver los
brazos, los codos, y comienzan a crecer sus órganos esenciales.
A partir de la décima semana ya no se considera embrión,
sino feto. El feto ya mide cerca de 7 centímetros. Durante esta semana también
se comienzan a ver los párpados, las orejas y la cara, y la placenta comienza a
nutrir al feto a través del cordón umbilical.
Segundo trimestre
Al principio de este trimestre lo más apreciable del feto es
su cabeza, que ocupa cerca de la mitad de su tamaño total. Se continúan
desarrollando durante estas semanas aspectos como las uñas o los genitales, y
la cara ya está formada. Los párpados cierran los ojos del bebé, y hasta la 28
semana permanecerán así.
El feto empieza a hacer sus primeros movimientos entre las
semanas 15 y 18. A estas alturas, el feto ya tiene una medida cercana a los 18
centímetros y pesa cerca de 200 gramos. Los huesos se vuelven más duros y
comienza a aparecer el primer pelo, denominado lanugo. Entre las semanas 19 y
21 el bebé comienza a oír, y además se mueve de forma más activa, de modo que
la madre puede llegar a sentir sus movimientos.
En la semana 22 el lanugo ya se ha extendido a todo el
cuerpo del feto, apareciendo también las cejas y las pestañas. El bebé también
hace su primera deposición, llamada meconio, la cual expulsa por el tracto
intestinal. El movimiento también sigue siendo activo, desarrollando ahora los músculos y pudiendo escuchar los latidos
de su corazón.
Al final de esta etapa, se desarrollan las vías
respiratorias del bebé y la médula osea comienza a producir células sanguíneas.
El feto también comienza a almacenar grasa.
Tercer trimestre
El bebé comienza a terminar de desarrollar diferentes partes
de su cuerpo: todo lo relacionado con los ojos y las huellas de los pies ya son
bien perceptibles. Los pulmones también alcanzan un alto grado de
funcionamiento, aunque no el necesario para sobrevivir fuera del útero. El feto
además es capaz de oír ruidos fuertes del exterior.
Entre las semanas 27 y 30 el bebé vuelve a abrir los
párpados, y el sistema nervioso se desarrolla mucho, sobre todo en el cerebro y
para las órdenes de diferentes funciones del cuerpo. El sistema respiratorio
comienza a producir agente tensioactivo, que hace que los alveolos puedan
llenarse de aire cuando nazca. El tamaño del feto para la semana 28 ya ocupa la
mayor parte del útero, y se suele posicionar de forma invertida, de forma que
tenga más facilidad para mover las rodillas y los pies.
A partir de la semana 31 el bebé comienza a retener hierro,
calcio y fósforo en su organismo, lo que impulsa aún más el desarrollo del
cuerpo. Los huesos ya están completamente formados, aunque aún blandos. El
sistema respiratorio también continúa su desarrollo, pero los pulmones aún no
son lo suficientemente maduros.
Para la semana 35 el bebé ya pesa cerca de 2,5 kilos, y su
corazón y vasos sanguíneos ya se han formado por completo, como también lo
están los músculos y los huesos. El bebé además adquiere patrones de sueño.
En las últimas semanas, entre la 38 y la 40, desaparece el
lanugo excepto de hombros y brazos, siendo el cabello desarrollado en la cabeza
además más grueso y resistente. Aparecen también los brotes mamarios.
A partir de la semana 40 se considera que el embrión está
desarrollado por completo y listo para nacer, variando la fecha en que ocurre.
Procesos que intervienen en el desarrollo embrionario
La célula embrionaria inicia su desarrollo repitiendo una serie de procesos:
- Multiplicación celular: se incrementa paulatinamente el número de células que forman el embrión.
- Diferenciación celular: expresión de ciertos genes de la célula, que van a tener gran importancia para su función específica, y restricción de otros. En el desarrollo embrionario, las células cambian tanto de forma como de función. Es un fenómeno progresivo, y normalmente irreversible.
- Migración de células: se produce fundamentalmente en los animales, para formar tejidos y órganos.
- Crecimiento celular: la célula, tras las primeras divisiones, recupera su tamaño inicial.
El desarrollo embrionario temprano
La célula original, normalmente el óvulo fecundado, provisto de una cierta cantidad de vitelo, inicia su desarrollo mediante una segmentación en la que la célula original se divide repetidas veces, nutriéndose a partir de sus propias reservas.
Tipos de Segmentación
Dependiendo del tipo de huevo de que se trate y, más concretamente, de la cantidad y situación del vitelo nutritivo se distinguen:
- Segmentación total e igual: se produce en los huevos isolecíticos, que reparten el escaso vitelo que poseen de un modo uniforme en el huevo.
- Segmentación total y desigual: se produce en los huevos heterolecíticos, con escaso vitelo y repartido de forma desigual, que sufre una segmentación algo asimétrica.
- Segmentación parcial y discoidal: en huevos telolecíticos (aves, reptiles y peces), con cantidades mucho mayores de vitelo. La segmentación se produce en una determinada zona, en forma de disco en el polo animal.
- Segmentación parcial y superficial: característica de los huevos centrolecíticos, típicos de la mayoría de los artrópodos. Poseen gran cantidad de vitelo y se produce una segmentación en la superficie.
Aquí un video informativo acerca del tema:
Fuentes de información:
El Desarrollo Embrionario
El Embrión